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ivanvalarezo@gmail.com
Sábado, 06 de Marzo, 2021 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica
(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)
La CRUZ mordida por la muerte, golpeó postes del infierno, levantándote milagrosamente, mordido nuevamente con vida hacia la gloria celestial: sanado, enriquecido y por siempre feliz:
Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba bautizar la tierra entra, empezando con su corazón, porque Él estaba dispuesto a derramar su amor infalible de su corazón santÃsimo sobre la humanidad entera, y asÃ, ellos vean vida nuevamente,
estableciendo asà su semilla santa, como su carne sagrada con sus hijos, finalmente para tener su cruz sobrevolando sobre su reino de amor eterno y con salvación para todos. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba preparar la tierra entera
junto con las familias de las naciones pasadas y futuras para recibirlo a Él junto con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo, porque Él iba a crear su dulce hogar, en donde el pecado jamás existió en sus hijos en toda una eternidad entera, como
contigo y conmigo hoy en dÃa .
Por lo tanto, nuestro Padre celestial necesitaba remover el pecado no solamente de Adán y de Eva, pero de sus hijos igualmente, y esto es contigo y con tus amados, incluyendo vecinos y amistades de alrededor del mundo, que necesitan renacer del bautismo
en agua y del bautismo del EspÃritu Santo, para finalmente recibirlos, como su familia divina para la eternidad venidera. Verdaderamente, nuestro Padre amó tanto a este mundo, que Él nos entregó a todos nosotros a su unigénito Jesucristo, para que
todo aquel que crea en él no muera más bien sea perdonado para ver vida nuevamente en la tierra, eternamente bendecido por su semilla santa, que es su carne sin pecados, su cruz, llevando su santo nombre fuegos eternamente victorioso sobre todo pecado.
Por lo tanto, nuestro Padre celestial necesitaba quitar no solamente el pecado de tu vida entera, pero igualmente a Satanás, ángeles caÃdos, familias brujas, maldiciones, pobreza, conflictos, muerte y al infierno tormentoso, para que Él pueda
descender a vivir contigo y con tus amados, vecinos y amistades, eternamente amado por su roca de salvación en ti, entregándole a Él océanos de amor toda una eternidad. Realmente, el amor infalible de nuestro Padre celestial habÃa sido derramado ya
sobre su familia divina, como su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, entonces, Él lo hizo, liberándote de pecados, de Satanás, ángeles caÃdos, la muerte y el infierno tormentoso, causándote siempre problemas, para que tú jamás conozcas que tú
ya has sido amado, bendecido y enriquecido con su vida eterna infinitamente.
Ciertamente, si nuestro Padre celestial puede remover no solamente pecados de ti, de tus amados, vecinos y amistades, entonces, Él puede igualmente quitar a Satanás, ángeles caÃdos, problemas, maldiciones, pobreza, familias brujas, muerte y el
infierno de tu diario vivir: por su gracia, su camino hacia ti estarÃa libre de todo espÃritu inmundo, para tú recibir sus bendiciones constantemente cada dÃa. Ya que, nuestro Padre celestial necesita remover pecados de ti, de tus amados, vecinos y
amistades de alrededor del mundo, para Él finalmente poder deshacerse de Satanás y de su reino de tinieblas, y asÃ, Él permitirte a ti gozar de sus riquezas cada dÃa del cielo arriba y junto con las de Canaán igualmente, que nacieron contigo para
enriquecer la tierra entera.
Riquezas y poderes que nacieron contigo, cuando tú emergÃas de la imagen de nuestro Padre celestial y de su alma santÃsima, fueron quitadas de ti y de tus amados para mantenerlos asegurados y lejos de Satanás y de sus tinieblas en Canaán, su tierra
santa, para que tú las tengas nuevamente todas ellas, renaciendo del bautismo en agua y del bautismo del EspÃritu Santo. Ahora, nuestro Padre celestial te necesita bautizado, porque este es el único camino posible, separándote de la carne pecadora y
del espÃritu de error para recibir su semilla santa, como carne sin pecados y su EspÃritu Santo, y asÃ, Él tenerte a ti recibiendo riquezas cotidianas, que legalmente te pertenecen a ti en el cielo arriba y en la tierra abajo, empezando en Canaán.
Realmente, estas riquezas que te pertenecen a ti y a tus amados enteramente todas ellas están almacenadas en Canaán junto a otras riquezas, que nuestro Padre celestial te las confiara a ti con su carne sagrada y con su EspÃritu Santo únicamente, y asÃ
, tú las tengas diariamente hasta que su reino venga al mundo, enriqueciéndolo asà enteramente todo, descendiendo finalmente hacia ti. Verdaderamente, tú has nacido de nuestro Padre celestial para llenar el cielo y la tierra con riquezas, creadas
por nuestro Padre celestial, pensando en ti, y amándote con su corazón santÃsimo, como siempre amó a su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, enriqueciendo asà tú mismo la tierra entera para su descenso final hacia Canaán, para ser uno con Israel
y la humanidad entera.
Esta es riqueza con la que tú naciste con ella, cuando tú emergÃas de la imagen y del alma santÃsima de nuestro Padre celestial, enriqueciendo asà no solamente tu vida entera y la de tus amados, vecinos y amistades, pero igualmente enriquecer la
tierra entera, para Él descender con su reino angelical hacia una tierra, enriquecida por ti poderosamente con riquezas interminables toda una eternidad. Además, todo esto es únicamente posible contigo y con tus amados al tener tus pecados removidos,
para que Satanás junto con sus espÃritus inmundos fallen siempre en vivir cerca de ti, porque él está junto con sus espÃritus inmundos bloqueando riquezas que descenderán del cielo arriba y de Canaán hacia ti, para que tú enriquezcas la tierra
enteramente para su glorioso reino venidero pronto.
Entendiendo que, Satanás junto con sus ángeles caÃdos es extremadamente malvado hacia nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo al él estar cerca de ti con sus espÃritus inmundos, como su piel de tinieblas y maldad, bloqueando
eternas riquezas, como las mencionadas antes, y asÃ, tú falles en conocer riquezas ni menos bendecir la tierra entera para su reino venidero. Porque Satanás conoce junto con sus ángeles caÃdos, que tú ya has sido bendecido desde la fundación del
mundo, porque su Hijo Jesucristo fue inmolado sobre su altar, para Él crear cielos y tierra junto con todas sus cosas en ellos, creadas por Él con perfecta santidad y dulzuras sin fin para ti gozarlas con tus amados y amistades siempre, toda una
eternidad entera.
Presentemente, Satanás está trabajando en contra de nuestro Padre celestial, bloqueando tus ojos con tinieblas, para que tú jamás veas, que tú ya has sido bendecido por Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo desde la creación del cielo y la
tierra, por ende, tú tienes que enriquecerla finalmente al nacer nuevamente de su bautismo en agua, invocando su santo nombre fuegos. Efectivamente, nuestro Padre celestial tenÃa que haber tenido ya a Abraham sentándose con Él a su Mesa santa,
comiendo del pan y vino, servida únicamente por su Hijo Jesucristo a huestes angelicales: manteniéndolos a todos ellos amorosos, perfectos y santÃsimos para su santo nombre, por ende, él te estará bendiciendo a ti igualmente para bendecir la tierra
entera poderosamente, contando contigo siempre estará Él.
Definitivamente, nuestro Padre celestial necesitaba crear nuevas cosas en la tierra, y Él necesitaba crearlas todas ellas, teniéndote a ti bautizado en agua, invocando la perfecta santidad de su nombre, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de
Jacobo, y asÃ, abandones la carne pecadora por su carne sin pecados, llenándote a ti diariamente con nuevas cosas jamás tocadas por el pecado. Ahora, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente tenerte a ti bautizado junto con tus amados, vecinos
y amistades, pero igualmente el corazón de la tierra, que es el infierno tormentoso para naciones antiguas y modernas, descendiendo allà eventualmente eternamente condenadas, porque todas ellas fallaron en conocer su santo nombre fuegos y su bautismo
en agua para remover sus pecados de ellos al fin eternamente.
Además, nuestro Padre celestial necesitaba bautizar el corazón de la tierra con el bautismo del Mar Rojo, pero igualmente su altar del monte santo de Jerusalén con su santo nombre fuegos, en donde su semilla santa se desplegarÃa con su Hijo
Jesucristo clavado a Israel y las naciones antiguas y modernas, declarándolos perfectos, santos y justificados eternamente con salvación eterna, conquistada en Canaán últimamente. Evidentemente, nuestro Padre celestial tenia que destruir toda carne
en dÃas de Noé, removiendo asà a Satanás, ángeles caÃdos y la muerte de la tierra entera, y finalmente Él liberar a familias de las naciones de la carne pecadora, causándoles violencia en su presencia santÃsima, luego tenia que bautizar su santo
nombre fuegos con el bautismo del rÃo Jordán, que su Hijo Jesucristo recibirÃa postreramente.
Amorosamente, nuestro Padre celestial tenia que bautizar su santo nombre fuegos en la tierra, pero con su Hijo Jesucristo bautizado del Jordán por Juan el Bautista, en Canaán, porque habÃa sido atacado por el pecado y rebelión de Lucifer manifestada
grandemente en un tercio de huestes angelicales, y asÃ, Él quitar el pecado de sus hijos y de la tierra enteramente para su reino venidero. Además, nuestro Padre celestial necesitaba glorificar su santo nombre fuegos sobre su monte Sion, en Canaán,
con Israel antiguo y las naciones antiguas y modernas, y asÃ, Él mismo crear nuevas cosas para su reino de amor eterno, que tenia que empezar en su corazón santÃsimo de su pecho, plantado debajo de Canaán, en donde el pecado en ti jamás existió en
la eternidad.
Por todo ello, nuestro Padre celestial habÃa participado del pan y vino, servido por su Hijo Jesucristo, como rey de Salem y conocido también como Melquisedec (Justicia Divina de Dios en la tierra con la humanidad entera y con huestes angelicales del
cielo), entonces, su Hijo Jesucristo podÃa nacer en Canaán, entregándonos este bautismo poderoso en agua, salvando la tierra entera del pecado al fin. Para bautizar el santo nombre fuegos de nuestro Padre celestial, entregándonos asà perfecta
salvación para con cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las naciones, primeramente, el corazón de la tierra debÃa bautizarse con naciones antiguas y modernas, fallando en invocarlo en su bautismo en agua, para recibir finalmente al Rey MesÃ
as, bautizado ya en el Jordán por Juan, en Canaán.
Esto fue algo, únicamente disponible para nuestro Padre celestial bautizar su santo nombre fuegos con su Hijo Jesucristo, que es Isaac nuevamente, nacido de la hija virgen de David con carne sagrada y con sangre expiatoria, derrotando a Satanás, á
ngeles caÃdos, pobreza, maldiciones, familias brujas, muerte y el infierno, finalmente honrando su santo nombre fuegos, destruyendo el pecado en un dÃa de Canaán eternamente. Ciertamente, fue importante para nuestro Padre celestial tener a su Hijo
Jesucristo, como Isaac, naciendo del vientre estéril de Sarah, por su EspÃritu, entregándoles a naciones su carne sagrada y sangre expiatoria que se necesitaban sobre la cruz, empezando con Israel, finalmente honrando su nombre con Israel antiguo
bautizado del Mar Rojo y con el MesÃas bautizado del Jordán, redimiéndote del pecado a ti hoy.
Ciertamente, considerando que nuestro Padre celestial tuvo a su Hijo Jesucristo naciendo como Isaac del vientre estéril de Sarah, por su EspÃritu Santo, entonces, Jacobo nació junto con doce patriarcas israelitas en Canaán, pero sin conocer su santo
nombre: porque sus hijos necesitaban vivir en el cautiverio egipcio por cuatro siglos, recogiendo pecados del mundo para destruirlos en el bautismo del Mar Rojo postreramente. Verdaderamente, nuestro Padre celestial necesitaba pecados cometidos por
familias de Israel y de las naciones en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, destruidos en la carne sagrada de Isaac en el Mar Rojo, pero igualmente, destruidos con la sangre expiatoria derramándose sobre el monte santo de Jerusalén
con el MesÃas bautizado del Jordán, salvando la tierra entera del pecado últimamente.
Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba no solamente remover cada pecado cometido en contra de su santo nombre por Lucifer, ángeles caÃdos, la muerte, el infierno y sus hijos de Israel de naciones antiguas y modernas, pero igualmente, Él
necesitaba la tierra entera bautizada en agua, para que su reino de amor eterno venga, viviendo asà Él eternamente amado por sus hijos, pero sin pecados eternamente. Ciertamente, nuestro Padre celestial no podÃa empezar su nueva tierra con sus hijos
de Israel y de las naciones, amándolo a Él con océanos de amor, felicidad y gozos junto con otras bendiciones importantes, como riquezas y dulzuras de su roca salvadora hasta que su santo nombre sea bautizado en Canaán, finalmente asà bendicié
ndolos a todos, como sus hijos legÃtimos bautizados en agua en la tierra.
Categóricamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su santo nombre fuegos bautizado en agua del Mar Rojo con Israel antiguo y con las naciones ya cautivos en el infierno tormentoso, pero igualmente bautizado de Canaán del Jordán por su Hijo
Jesucristo victorioso sobre Satanás, pecados, ángeles caÃdos, muerte, familias brujas y el infierno, bendiciendo asà a sus hijos, bautizándolos en agua en la tierra finalmente. Evidentemente, nuestro Padre celestial necesitaba sobre todo lo alto de
la tierra a Israel antiguo bautizado primero con las familias antiguas y modernas de puertas del infierno para vivir nuevamente, pero igualmente con su Hijo Jesucristo bautizado del jordán para los no bautizados aun en agua últimamente, finalmente para
que Israel descienda a Canaán, manifestándole amor genuino al Padre celestial por un milenio entero.
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