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Sábado, 06 de Diciembre, 2019 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica
(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo
Israel con las naciones renació unidos, como árbol, en tierra santa: accediendo al Lugar SantÃsimo, como la cruz justificada infinitamente:
En el principio, nuestro Padre celestial creó el cielo y la tierra para tener a sus hijos reinando sobre lo creado por sus palabras, y asÃ, ellos vivan con Él, su Hijo y su EspÃritu Santo, siempre haciendo su voluntad perfecta, que es su vida eterna,
en donde: Él es amado, servido y glorificado por su santo nombre fuego sobre el monte Sion. Puesto que, es un reino glorioso que nuestro Padre celestial siempre ha apreciado, nacido naturalmente de su corazón santÃsimo, y asÃ, Él vivir con su Hijo
Jesucristo y con su EspÃritu Santo junto con sus hijos, nacidos de su imagen, para vivir conforme a la semejanza de su Hijo Jesucristo, enriquecidos con la vida de su EspÃritu Santo, en donde Él es honrado siempre.
Este es el nuevo dulce hogar de nuestro Padre celestial, en donde su perfecta voluntad florecerá con su santo nombre fuego y riquezas insondables, glorias y
honores, atacados por Lucifer inicialmente y sus ángeles caÃdos, para Él mismo restaurar sus
glorias asombrosas, pero con sus hijos nacidos de su imagen, viviendo conforme a semejanza de su Hijo Jesucristo, llenos de vida eterna del EspÃritu Santo. Ahora, nuestro Padre celestial creó el cielo y la tierra, porque Él necesitaba restaurar
glorias de su santo nombre fuego, atacadas por Lucifer y sus ángeles caÃdos, pero, Él tenÃa que hacerlo asà con sus hijos nacidos de su imagen, viviendo conforme a semejanza de su Hijo Jesucristo, en donde la vida eterna de su EspÃritu Santo
prevalece en contra de todo enemigo, siempre.
Considerando que, en la vida que nuestro Padre celestial habÃa vivido con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo encontró que su santo nombre fuego continuara conquistando nuevas glorias, honores y riquezas, sin embargo, con sus ángeles siendo
poderosos como Lucifer, por ejemplo, entonces, sus nuevas glorias venideras estaban amenazadas, porque ellos (sus enemigos) deseaban poseerlas para ellos mismos para siempre. Por eso, fue importante para nuestro Padre celestial de alejarse de los á
ngeles, como Lucifer y los ángeles caÃdos, que habÃa venido a ser una amenaza hacia Él, y asÃ, para su Hijo Jesucristo y para su EspÃritu Santo, que mantienen siempre perfectas: glorias, honores y riquezas de su santo nombre
fuego sobre el monte
santo de Jerusalén por todo el reino angelical.
Por lo tanto, fue importante para nuestro Padre celestial crear la tierra junto
con sus gloriosos cielos, pero igualmente, sus hijos para que lo habiten con su
Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo, llevando con ellos su santo nombre fuego sobre el
monte santo de Jerusalén, conquistando asà nuevas glorias, honores y riquezas
interminables por una eternidad entera. Legalmente, Lucifer, rebelde en contra de nuestro Padre celestial y su santo nombre fuego, que su Hijo Jesucristo lo lleva
perpetuamente, como templo de su EspÃritu Santo, para que siempre exista en perfecta santidad por toda una eternidad entera, entonces, el rebelde fue echado, de la gloria celestial con sus ángeles caÃdos al infierno, y asÃ, ellos jamás toquen su
santo nombre.
Ya que, nuestro Padre celestial juzgó ya a Satanás y a sus ángeles caÃdos, pero igualmente, creó el infierno junto con el lago de fuego, y asÃ, ellos sean destruidos en el Juicio Final, por rebelarse en contra de su santo nombre fuego ante Él, su
Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, y asÃ, ellos jamás ataquen su santo nombre nuevamente, para siempre. Realmente, nuestro Padre celestial no solamente estaba listo para darle vida a su nuevo dulce hogar, Canaán, como la
mejor tierra del mundo
entero, que Él habÃa creado para vivir en él con su Hijo Jesucristo y con su
EspÃritu Santo, pero igualmente, a ti en estos dÃas: amándole, sirviéndole y alabándole a Él y su santo nombre fuego sobre el monte santo Jerusalén.
Visto que, nuestro Padre celestial necesita restaurar glorias, honores y grandes riquezas para su santo nombre fuego sobre el monte santo de Jerusalén,
en Canaán, para que Él finalmente resuma su vida gloriosa, que Él siempre ha
vivido con su Hijo
Jesucristo, el EspÃritu Santo y las huestes angelicales, fielmente todos ellos
a Él y su familia divina juntos contigo y los tuyos perpetuamente. Por eso, tú has nacido en la tierra junto con tus amados, vecinos y amistades de alrededor del mundo
entero, para llegar a conocerlo a Él y su santo nombre fuego, que siempre ha existido en perfecta santidad en su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, y asÃ, tú seas su gloria, honor y riqueza insondable por una eternidad entera, empezando ahora mismo.
Evidentemente, viendo Lucifer, lo que nuestro Padre celestial hacÃa con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo, diciéndoles: Creamos al hombre en nuestra imagen y en nuestra semejanza, y asÃ, él sea como nosotros: conociendo el bien y el mal,
participando asà de nuestro nuevo reino de amor eterno, en donde nuestro santo
nombre fuego es eternamente honrado toda una vida eterna. Entonces, Lucifer decidió atacar a nuestro Padre celestial nuevamente junto con su Hijo Jesucristo y su EspÃritu
Santo en el paraÃso, porque Él le habÃa dado vida a su Hijo Adán, que habÃa venido a ser una verdadera amenaza a él y a su reino de tinieblas, por ende, él necesitaba engañarlo con sus tinieblas: como mentiras, maldiciones y
calumnias—destruyé
ndolo postreramente.
Ya que, Lucifer entendió perfectamente que una vez que nuestro Padre celestial
le habÃa dado vida a uno de sus hijos en la gloria celestial, que fue Adán y luego Eva, entonces, él sabia junto con sus ángeles caÃdos, de que Él junto
con su Hijo
Jesucristo y con su EspÃritu Santo llenarÃa la gloria angelical con sus hijos, como Adán y tú. Por ende, Lucifer tenia que empezar a hacer sus acercamientos hacia Adán para conquistarlo, como uno de sus aliados junto con sus hijos por vivir en
generaciones venideras, pero él se dio cuenta, que Adán era tan inteligente, como el Dios Todopoderoso, por cierto, imposible de tocarlo con su sabidurÃa, conocida ya como engañadora, destructiva, traicionera y mortal en él.
Ciertamente, Lucifer, encontró que era totalmente imposible acercarse a Adán con sus tinieblas, para convencerlo que se vuelva a él y a sus ángeles caÃdos en contra de nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu
Santo, y asÃ, atacar
su santo nombre fuego, porque él (Adán) era demasiado de inteligente para él, sus tinieblas y sus artimañas de siempre. Y aunque, Lucifer intentaba acercarse a Adán junto con sus ángeles caÃdos listos para engañarlo, entonces, él entendió, que
Adán estaba protegido por poderes de nuestro Padre celestial, emanando de Él,
como su perfecta santidad, que lo hacia todo imposible para atacarlo a él (el hombre) con sus tinieblas, que los ángeles caÃdos llevaban consigo para reforzar cualquier
ataque, como siempre.
Pues entonces, nuestro Padre celestial vio que su Hijo Adán estaba feliz de haber recibido todo lo creado en la gloria celestial y en la tierra por palabras vivas de Él: pero luego, el Padre entendió, que no estaba bien, que su Hijo amado no tuviese
compañÃa, que él necesitaba para disfrutar lo que habÃa legÃtimamente heredado por todo el reino angelical. Aquà es cuando, nuestro Padre celestial decidió poner a Adán a dormir para tomar su quinta costilla, y asÃ, proveerle a él su fiel compaÃ
±era, viviendo con él toda una vida entera, entregándole también a sus hijos, que Él junto con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo necesitaban para amar, servir y alabar su santo nombre fuego por una eternidad entera.
Desdichadamente, esta era la apertura que Lucifer buscaba, acercándose aún más a Adán con sus tinieblas de mentiras, maldiciones y calumnias, y asÃ, él finalmente recibirlo a él junto con su mujer Eva, nacida de su quinta costilla junto con sus
hijos ya, dados por manos de nuestro Padre celestial a él desde su mismo corazón y sangre humana, llena de vida eterna. Este fue el momento que Lucifer
buscaba para ver en Eva, porque ella habÃa nacido de la quinta costilla de Adán, para ser su mejor
amiga en todos sus dÃas de vida, pero ahora, él necesitaba conocer, quien serÃa su mejor amistad en el reino angelical, y aquà es cuando encuentra Lucifer, que la serpiente se acercaba siempre a ella.
Lucifer necesitaba conocer, si Eva creyese todo lo que ella iba a oÃr de la serpiente, y él encontró que Eva siempre estaba muy cerca a la serpiente: porque después de haber estado con Adán, entonces, ella buscaba la compañÃa
de la serpiente, por
ende, la serpiente fue usada por Lucifer para hacerle creer en sus mentiras atinadas a la caÃda de Adán. Ya que, Lucifer entendió que Eva no era tan fuerte como Adán, entonces, él podÃa acercarse a ella por la serpiente, haciendo que ella creyese
en sus mentiras, al comer del fruto prohibido del árbol de la ciencia, del bien y del mal, que nuestro Padre celestial les habÃa advertido a ambos ya, que el dÃa que comiesen de él, entonces, ellos morirÃan.
Dado que, Lucifer tenÃa que tener a Adán, comiendo del fruto prohibido, y asÃ, no solamente él seria contaminado con él, pero igualmente, sus hijos viviendo en generaciones venideras, haciendo que nuestro Padre celestial falle en tener a sus hijos,
que Él habÃa soñado tener: amando, sirviendo y alabando su santo nombre fuego sobre el monte santo de Jerusalén, en Canaán, para siempre. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba tener a sus hijos no solamente nacidos de su imagen para vivir
a semejanza de su Hijo Jesucristo, y asÃ, ellos vivan con Él en su vida eterna, llena de glorias infinitas, honores y riquezas interminables de su EspÃritu Santo, pero igualmente, constituir su nuevo reino que jamás conocerá el pecado por una
eternidad entera.
En otras palabras, nuestro Padre celestial necesitaba abolir a los ángeles caÃdos, rebeldes a Él, su Hijo Jesucristo y a su EspÃritu Santo, porque ellos realmente creyeron en Lucifer, que él podÃa reinar sobre todo el reino angelical, creando asÃ
un nuevo reino contrario a las grandezas y perfecta santidad de la vida eterna hacia la eternidad celestial. Consecuentemente, nuestro Padre celestial tenÃa que tener ya a Adán y Eva nacidos de su imagen, viviendo a semejanza de su Hijo Jesucristo, y
asÃ, Él tener los hijos reemplazando no solamente a ángeles caÃdos, rebeldes a Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, que querÃan poseer su
santo nombre fuego, pero igualmente, conquistar nuevas glorias, poderes y riquezas jamás antes vistas.
Verdaderamente, glorias, poderes y riquezas que solamente pueden nacer naturalmente de su corazón santÃsimo, que vendrán a ser su reino dorado, en donde los ángeles caÃdos fallarán en existir en el pecado, abriendo asà camino a su vida eterna para
que crezca a niveles espirituales que solamente son posibles en sus hijos de sus sueños dorados, como tú y yo hoy en dÃa. Por eso, es que fue importante para nuestro Padre celestial sentarse a la Mesa santa con su siervo Abraham junto con sus 318
hijos adoptados, comprados por dinero de extraños, y asÃ, él levantarlos como sus hijos para nuestro Padre en el cielo, finalmente entrando a su convenio eterno con ellos juntos, comiendo del pan y vino, servido por su Hijo Jesucristo.
En aquellos dÃas, nuestro Padre celestial tuvo a su Hijo Jesucristo, como rey de Salem, que es el Israel moderno, y también como su Santidad ante los ángeles del reino angelical y en la tierra por las naciones, empezando con Abraham y Saraà su esposa
con su vientre estéril, dando a luz a sus hijos que conquistaran el corazón de la tierra eventualmente. Por ende, nuestro Padre celestial pudo sentarse con
Abraham y con sus hijos adoptados a la Mesa santa, comiendo del pan y vino, entonces, Él empezó
a deshacer poderes del fruto prohibido que Eva y luego Adán habÃan comido en
el paraÃso, contaminando a sus hijos viviendo en generaciones futuras, y asÃ,
Él empezar su nuevo reino de amor pronto para la eternidad.
Ya que, nuestro Padre celestial comió del pan y vino sobre la Mesa santa con Abraham y sus hijos adoptados, entonces, ellos aceptaron a su Hijo Jesucristo naciendo en ellos instantáneamente, por poderes del EspÃritu Santo, porque ahora él podÃa
nacer como Isaac del vientre estéril de Sarah, dando a luz a los hijos que tenÃan que hacer una obra tremenda sobre la tierra. Ahora, con Abraham y sus hijos adoptados, recibiendo a su Hijo Jesucristo al comer del pan y vino con nuestro Padre celestial
sentado a la Mesa santa con ellos, entonces, el EspÃritu Santo entró en el vientre estéril de Sarah para que Isaac nazca, pero igualmente, los hijos prometidos incontables, como las estrellas del cielo arriba, convirtiendo la tierra vieja en una nueva.
Sin embargo, para nuestro Padre celestial tener a sus hijos nacidos en la tierra, incontables como las estrellas del cielo arriba, entonces, Él tenia que empezar a expiar, juzgar y perdonar cada pecado que las familias de las naciones habÃan cometido
en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo del pasado y del futuro por venir. Entonces, nuestro Padre celestial junto con su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo tenÃan que tener a Abraham ejecutando tres carneros sobre la roca de salvaciÃ
³n: uno para el Padre, otro para el Hijo y otro para el EspÃritu Santo junto con dos palominos sin cortar, salpicados con sangre expiatoria, expiando los pecados del mundo entero por fin hacia la eternidad celestial.
[continued in next message]
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